Industria general

La elección de la pistola de pulverización adecuada depende de varios factores clave: tu consumo diario de material, la viscosidad de la pintura, las expectativas de calidad del acabado y la frecuencia con la que necesitas cambiar de color. Aquí tienes una guía rápida para ayudarte a encontrar la mejor opción:

Pistolas de gravedad

• Ideales para bajo consumo de material (hasta 5 litros/día).

• Recomendadas para recubrimientos de viscosidad media o baja.

• Fáciles de limpiar y enjuagar, perfectas para trabajos con cambios de color frecuentes.

• Ofrecen un caudal de fluido constante y un abanico de pulverización uniforme.

• Preferidas para acabados finos y trabajos de retoque.

Pistolas de succión

• También adecuadas para aplicaciones de bajo volumen (hasta 5 litros/día).

• Funcionan bien con materiales más diluidos.

• Permiten cambios de color rápidos y flexibles (con depósitos de hasta 1 litro).

• Convenientes para uso móvil o en talleres.

Pistolas presurizadas

• Acceso a tecnologías de alta presión, Airmix® y Airless.

• Diseñadas para aplicaciones continuas de gran volumen.

• Funcionan muy bien con recubrimientos más densos o viscosos.

• Ofrecen control preciso del caudal de material y del aire de atomización.

• Ideales para grandes superficies, líneas de producción o integración robótica.

👉 Consejo profesional: Para obtener los mejores resultados, ajusta siempre tu pistola de pulverización al tipo de recubrimiento, el tamaño del trabajo y la calidad de acabado deseada. Los expertos de Sames pueden ayudarte a definir la configuración adecuada, desde acabados manuales hasta sistemas automatizados, para lograr mayor productividad y menos desperdicio.

Mejorar la tasa de transferencia —lograr que más pintura llegue a la pieza y menos al aire o a los filtros— es clave para reducir el desperdicio de material, bajar costes y minimizar el impacto medioambiental.

1. Actualízate con tecnologías de aplicación avanzadas
Las soluciones de alta eficiencia de Sames, como Airmix®, TEC5 y GTE, combinan precisión, atomización fina y abanicos de pulverización optimizados para asegurar que más recubrimiento llegue a la superficie objetivo. Estas tecnologías logran hasta un 80% de tasa de transferencia, equilibrando calidad de acabado y productividad.

2. Mantén el equipo en condiciones óptimas
Incluso la mejor tecnología rinde poco si no se mantiene bien. La limpieza regular, el cambio de filtros y la revisión de piezas de desgaste evitan pérdidas de presión, obstrucciones y exceso de pulverización, manteniendo alta la tasa de transferencia y bajo el tiempo de inactividad.

3. Invierte en la formación de los operarios
Los operadores capacitados marcan la diferencia. El manejo correcto de la pistola, la distancia y el ángulo adecuados, así como el conocimiento de los parámetros del material, reducen el exceso de pulverización y aseguran resultados consistentes, especialmente en aplicaciones manuales.

4. Optimiza los ajustes y el diseño del proceso

• Ajusta la presión de aire y el caudal de fluido a tu aplicación.

• Elige el tamaño de boquilla adecuado para tu material de recubrimiento.

• Asegura una correcta colocación de las piezas y controla el exceso de pulverización (p. ej., sistemas de recuperación, diseño inteligente de cabinas).

5. Maximiza el ahorro en la distribución de pintura
Más allá de la pistola, se puede ahorrar mucho material en el proceso de distribución y mezcla. Equipos como la Cyclomix™ EVO 2K/3K garantizan mezcla precisa, preparación bajo demanda y enjuagues automáticos, minimizando los residuos de purga y reduciendo el material mezclado no utilizado. Los bloques inteligentes de cambio de color limitan las pérdidas en cada ciclo, mientras que un diseño de circuito compacto reduce el volumen muerto. Estas tecnologías juntas permiten reducir el desperdicio de pintura y disolvente en un 30–50%, además de acortar de forma notable los tiempos de cambio de color.

Resultado: Con estos pasos, es posible reducir drásticamente las pérdidas en los procesos de recubrimiento, obteniendo ahorro de costes, mejor calidad y una operación más sostenible